Microplásticos alcanzan las cumbres del Himalaya y encienden alerta ambiental
Un grupo de investigadores internacionales reportó el hallazgo de microplásticos en la nieve del Himalaya, una de las cadenas montañosas más altas y remotas del planeta. El descubrimiento, publicado en las últimas horas, confirma que la contaminación por plásticos no se limita a áreas urbanas o industriales, sino que ha llegado a ecosistemas considerados vírgenes y aislados.
Las muestras fueron recolectadas en varios puntos de gran altitud y, tras un análisis detallado en laboratorio, se detectaron fibras y fragmentos de plástico en todas ellas. Los científicos señalaron que la presencia de estos contaminantes puede explicarse por el transporte atmosférico, ya que las corrientes de aire son capaces de trasladar las partículas desde centros urbanos o zonas industriales a miles de kilómetros de distancia.
El hallazgo preocupa a la comunidad científica por sus posibles efectos en el deshielo de los glaciares. Los microplásticos, al modificar las propiedades de la nieve, podrían reducir su capacidad de reflejar la radiación solar, acelerando así la fusión de los hielos en una región clave para el suministro de agua de millones de personas en Asia.
Además, la presencia de plásticos en un ecosistema de altura abre interrogantes sobre el impacto en la biodiversidad local. Aunque aún no se cuenta con estudios específicos en esta región, investigaciones en otros entornos han demostrado que los microplásticos pueden alterar la calidad del agua y ser ingeridos por organismos microscópicos, afectando cadenas alimenticias completas.
Los especialistas advirtieron que este hallazgo es una señal más de la magnitud del problema global de la contaminación plástica, que no respeta fronteras ni condiciones geográficas extremas. También subrayaron la necesidad de impulsar políticas internacionales más estrictas para reducir la producción y el uso de plásticos de un solo uso, así como mejorar los sistemas de gestión de residuos.
Este descubrimiento en el Himalaya se suma a reportes recientes de microplásticos en lugares como la Antártida y la fosa de las Marianas, lo que confirma que estas partículas han alcanzado prácticamente todos los rincones del planeta. Para los científicos, la prioridad ahora es comprender cómo esta contaminación puede afectar los ciclos naturales en zonas críticas para la estabilidad climática y ambiental global.