Miles de fieles se congregan en el Vaticano en espera de la primera fumata tras inicio del cónclave
Miles de personas comenzaron a llenar la plaza de San Pedro del Vaticano este martes 7 de mayo, pocas horas después del inicio del cónclave que busca elegir al sucesor del papa Francisco, quien renunció al pontificado por motivos de salud.
A las 17:46 h (hora local), los 133 cardenales electores quedaron oficialmente encerrados en la Capilla Sixtina, dando inicio al proceso que determinará al nuevo pontífice de la Iglesia católica. Como dicta la tradición, realizarán esta tarde su primera votación.
Expectativa por la fumata
En el exterior, los fieles aguardan con emoción y recogimiento la aparición de la primera fumata, prevista alrededor de las 19:00 h local. La chimenea instalada en el techo de la capilla indicará con humo negro si no hubo elección o con humo blanco si ya se ha designado a un nuevo papa.
Aunque no se espera un resultado definitivo en la primera jornada, miles de personas —entre devotos, religiosos y turistas— permanecen en la plaza rezando, conversando o simplemente observando el cielo de Roma, con la esperanza de presenciar el histórico anuncio desde el balcón central de la basílica de San Pedro.
Ceremonia solemne
La procesión de los cardenales hacia la Capilla Sixtina fue transmitida en directo a través de las pantallas gigantes instaladas en la plaza. En ella se escucharon las letanías de los santos y el tradicional “Veni Creator Spiritus”, invocando la guía del Espíritu Santo en el proceso de elección.
De no alcanzarse una decisión este martes, el cónclave continuará con cuatro votaciones diarias (dos por la mañana y dos por la tarde) hasta lograr una mayoría de dos tercios, como establece el protocolo vaticano.
Un momento decisivo
El nuevo papa será el 267° sucesor de San Pedro y liderará a más de mil millones de católicos en todo el mundo. La elección tiene lugar en un contexto marcado por desafíos dentro y fuera de la Iglesia, desde la crisis de credibilidad por escándalos de abuso, hasta su papel en conflictos internacionales, como la guerra en Ucrania.
La atención global se mantiene puesta en el Vaticano, donde la historia podría escribirse en cualquier momento con la esperada fumata blanca.
