Mon Laferte brindó una noche mágica y llena de emociones en el Auditorio Nacional
Mon Laferte, cantante chilena-mexicana, deslumbró en su concierto del miércoles en el Auditorio Nacional, el emblemático recinto de Reforma en la Ciudad de México.
Mon Laferte se adueñó del Auditorio Nacional en una noche inolvidable, transformando el recinto en un espectáculo performático donde el arte visual, la música, y la teatralidad se fusionaron en perfecta armonía. Como parte de su Autopoiética Tour, la cantante chileno-mexicana presentó un concierto único, en el que no faltaron pasarelas, bailarines y un despliegue de videos que envolvieron al público en su universo creativo. La audiencia, fiel y entusiasta, iluminó la noche con coronas luminosas, formando un mar de luces que complementó la energía desbordante de Laferte sobre el escenario.
Orgullosa de su doble nacionalidad, Mon Laferte habló de sus raíces chilenas y mexicanas, celebrando el amor y la conexión que siente con ambos países. Esta fue su octava presentación en el Auditorio Nacional, y el miércoles por la noche, Laferte entregó un concierto extenso, lleno de momentos intensos y emotivos. Su irreverencia femenina y su fuerza interpretativa tocaron el corazón del público, que no solo se rindió ante su talento, sino que la animó a brindar con una copa de vino, celebrando juntos la libertad y el eclecticismo de su propuesta musical.
El Autopoiética Tour de Mon Laferte se ha destacado por su estética única y su capacidad de desafiar las normas, y este concierto en el Auditorio Nacional fue un claro ejemplo de su audacia artística y su compromiso con un show integral, donde cada detalle es parte de su declaración personal y artística.
Vestida con un look sensual y colorido de tintes surrealistas, dominado por el rojo y complementado con un peinado adornado de moños y flores, Mon expresó la profundidad de su vínculo con México, diciendo: “Nací en Viña y renací en la Ciudad de México; tengo doble nacionalidad, pero uno es de donde quiere su corazón y esta noche mi corazón es de ustedes”. La audiencia respondió con ovaciones y aplausos al unísono, dando inicio a una velada repleta de emoción.
Durante la noche, Laferte desplegó un amplio repertorio que comenzó con Tenochtitlan, el preludio de una celebración musical donde exploró temas de amor y desamor, alegría y tristeza, el deseo y la metamorfosis. Canciones como Te juro que volveré, Tormento, Aunque te mueras por volver, Mi buen amor y Antes de ti resonaron en el recinto y fueron coreadas a todo pulmón. La cantante también ofreció un vibrante performance junto a un bailarín en La vie en rose, desatando ovaciones y mostrando una faceta teatral que cautivó a los presentes.