“Narcodrones” amenazan biodiversidad en la Reserva Sierra Tecuani de Guerrero
La mayoría de los hongos y aves de Guerrero se encuentran en peligro ante los incendios provocados por los narcodrones de La Familia Michoacana en la Reserva de la Biosfera Sierra Tecuani.
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De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), esa área natural protegida alberga el 76 por ciento de las 337 especies de hongos que hay en el estado, así como el 53 por ciento de las 547 especies de aves.
También una tercera parte de todas las especies de anfibios y reptiles de Guerrero y 44 por ciento de los mamíferos.
“En la propuesta de Reserva de la Biósfera Sierra Tecuani se tienen registradas, hasta el momento, 257 especies nativas de hongos (…) que en conjunto representan el 76 por ciento de las especies de hongos registradas en el estado de Guerrero”, indica el proyecto de la Conap con el que se argumentó la importancia de crear el área natural protegida.
“Los hongos, como descomponedores de materia orgánica, juegan un papel ecológico importante en la naturaleza, pues participan activamente en los procesos de reciclaje de los elementos naturales y en la formación y conservación del suelo”.
La Reserva de la Biosfera Sierra Tecuani fue decretada como Área Natural Protegida apenas el 8 de enero, y contempla una extensión de 348 mil hectáreas, entre los municipios de Coyuca de Catalán, San Miguel Totolapan, Ajuchitlán del Progreso, Tecpan de Galeana y Atoyac de Álvarez.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), predomina el bosque de pino encino, selvas secas y el bosque mesófilo de montaña. Las especies de flora representativas son la Amanita amarilla, y los hongos trompeta y cemita rey.
En cuanto a la fauna, destaca la presencia de jaguar, venado cola blanca, cascabel mesoamericano, colibrí ala castaña, yaguarundí, martucha o mico nocturno, nutria de río, así como murciélagos, entre otras especies.
La Conanp reporta especies endémicas como el laurel, copal, dama de noche, dalia de Guerrero, alacrán rayado o del balsas, alacrán guerrerense, tarántula dorada de México, tarántula mexicana de rodillas rojas, rana-de árbol de juanita y murciélago frutero peludo.
El término “Tecuani” con el que se bautizó al área natural protegida significa “el que come hombres”, ya que los nahuas nombran a varios felinos como jaguares, ocelotes, pumas, etcétera.
Por otra parte, “Sierra”, además de hacer referencia al relieve de la región, se relaciona con su gente, dado a que es la octava región del estado, además se reconoce la identidad de sus habitantes que históricamente habían sido incluidos en otras regiones y que orgullosos dicen “no somos ni de la Costa Grande, ni de la Tierra Caliente, somos de la Sierra”.
Este miércoles, las bombas lanzadas por La Familia Michoacana a través de drones en la sierra de Guerrero han consumido más de tres mil hectáreas de la Reserva de la Biosfera Sierra Tecuani, de acuerdo con autoridades ejidales y datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Se trata de tres zonas en los ejidos El Durazno y San Antonio de las Texas, del municipio de Coyuca de Catalán, en donde los habitantes además de vivir bajo el acecho del crimen ahora exponen también su vida combatiendo el fuego.
Para el ambientalista Tulio Estrada Apatig, las autoridades han mostrado apatía para atender los incendios en el estado.
El también ex procurador ambiental de Guerrero advirtió que los incendios forestales se atacan de mejor manera en las primeras horas, pues después ya es muy difícil controlarlos.
“Veo mucha ineficiencia, mucha apatía por parte de las autoridades ambientales estatales”.
Agregó que el fuego ha alcanzado grandes dimensiones debido a la falta de acciones preventivas, como la elaboración de guardarrayas, que son tramos divisorios para evitar que un eventual incendio se propague, las cuales, según Estrada Apatiga debieron ser impulsada por las dependencias de gobierno encargadas del cuidado de los bosques, desde el mes de enero.
El especialista agregó que con los incendios se está afectando fuertemente a la fauna y flora del ecosistema en Guerrero, siendo poblaciones de felinos uno de los más afectados.