Niño japonés muere apuñalado en China
Shenzhen, China.- Un niño japonés de 10 años falleció el jueves tras ser apuñalado en la ciudad de Shenzhen, al sur de China, mientras se dirigía a la escuela, en un incidente que ha agudizado las tensiones entre Japón y China.
Yoko Kamikawa, ministra de Relaciones Exteriores de Japón, expresó su dolor tras el fallecimiento del menor, ocurrido antes del amanecer. “No puedo evitar sentir dolor al haber sido informada de que el niño falleció antes del amanecer”, dijo Kamikawa a la prensa.
Según las autoridades locales, el ataque ocurrió el miércoles por la mañana, cuando un hombre de 44 años atacó al niño cerca de la escuela japonesa en Shenzhen. El menor fue trasladado rápidamente al hospital, pero no pudo ser salvado. El sospechoso ha sido detenido por la policía, que está investigando el motivo del ataque.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, exigió una explicación inmediata a China. “Pediremos firmemente a China que asegure la seguridad de los ciudadanos japoneses e impida que esto vuelva a ocurrir”, declaró Kishida.
Beijing expresó su “tristeza” por el crimen, pero insistió en que se trata de un “caso aislado”. El ministerio japonés de Relaciones Exteriores había convocado previamente al embajador chino en Tokio para expresar su “grave inquietud” y solicitar un refuerzo de la seguridad en las escuelas japonesas en China. No se ha especificado si el ataque estaba dirigido específicamente a un ciudadano japonés.
Este incidente coincide con el aniversario del “incidente de Mukden” del 18 de septiembre de 1931, un evento histórico en el que las tropas japonesas utilizaron una explosión en una vía férrea como pretexto para ocupar la región de Manchuria en el noreste de China.
El ataque también se suma a una serie de incidentes violentos recientes. En junio, una mujer japonesa y su hijo resultaron heridos en un apuñalamiento en Suzhou, cerca de Shanghái, que resultó en la muerte de una mujer china que intentó detener al agresor. El ministerio de Relaciones Exteriores chino calificó ese evento como un “incidente aislado”.