Un equipo médico estadounidense desarrolló una cápsula que, al ingerirse, se expande dentro del estómago formando un gel que genera sensación de saciedad. En estudios clínicos, ayudó a los pacientes a reducir significativamente su apetito y peso corporal sin necesidad de procedimientos invasivos. Esta tecnología podría ofrecer una opción más segura y accesible para tratar la obesidad.




