ONU y Unión Europea advierten sobre limitaciones de ataques a instalaciones nucleares iraníes
Funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas y representantes de la Unión Europea manifestaron preocupación ante la reciente ofensiva militar dirigida a las instalaciones nucleares de Irán, señalando que los ataques no lograron eliminar completamente la capacidad de enriquecimiento de uranio del país. Estas advertencias se produjeron tras evaluaciones preliminares que indican que, aunque hubo daños significativos en varios complejos, Irán mantiene infraestructura clave que podría permitir la continuidad de su programa nuclear.
La ONU hizo un llamado a la comunidad internacional para reforzar los mecanismos de inspección y monitoreo en territorio iraní, con el fin de garantizar que no se produzcan desarrollos clandestinos que amenacen la estabilidad regional y global. Se destacó la importancia de permitir el acceso sin restricciones de los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a todos los sitios relacionados con el programa nuclear.
Por su parte, la Unión Europea reiteró su disposición a facilitar un diálogo político que conduzca a un acuerdo definitivo y verificable, advirtiendo que, en ausencia de avances, podría reactivar sanciones económicas y diplomáticas contra Irán. La alta representante para Asuntos Exteriores de la UE subrayó que la estabilidad en Medio Oriente depende en gran medida del control efectivo sobre la proliferación nuclear.
Estas declaraciones se producen en un momento de alta tensión tras los bombardeos sobre varias instalaciones iraníes, que fueron reivindicados por fuerzas israelíes y contaron con el respaldo tácito de Estados Unidos. Sin embargo, los daños materiales, según informes técnicos y análisis satelitales, parecen insuficientes para desmantelar por completo la capacidad nuclear iraní, lo que alimenta temores de una escalada prolongada.
Irán, por su parte, ha condenado las acciones como “agresiones ilegales” y ha anunciado medidas para reforzar la seguridad en sus instalaciones, al tiempo que exige la retirada de sanciones y garantías de respeto a su soberanía. Además, se ha negado a permitir la inspección inmediata de algunos sitios afectados, alegando razones de seguridad nacional.
Expertos internacionales advierten que la falta de un acuerdo claro y verificable puede conducir a un ciclo de ataques y represalias, poniendo en riesgo no solo a la región, sino también la seguridad energética y nuclear mundial. En este contexto, la ONU y la UE enfatizan la necesidad urgente de reactivar canales diplomáticos y establecer un marco multilateral para supervisar el programa nuclear iraní y evitar su militarización.
El Consejo de Seguridad de la ONU se prepara para discutir estas preocupaciones en una sesión extraordinaria, con el objetivo de buscar consensos que permitan avanzar hacia una solución pacífica y duradera, aunque las diferencias entre sus miembros dificultan alcanzar acuerdos concretos. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue vigilando de cerca los desarrollos en Medio Oriente, conscientes de que cualquier error de cálculo podría desencadenar una crisis mayor.