Papa Francisco pide la condonación de la deuda a los países más pobres
Vaticano, – El Papa Francisco dedicó su mensaje de Año Nuevo a la condonación de las deudas, como tema central del Año Jubilar 2025, coincidiendo con la Jornada Mundial de la Paz. Durante el tradicional rezo del Ángelus desde el Palacio Apostólico, el Pontífice instó a los gobernantes, especialmente de los países de tradición cristiana, a dar el ejemplo mediante la cancelación o reducción de las deudas de los países más pobres.
“El primero en perdonar las deudas es Dios”, destacó Francisco, subrayando que, en este Año Jubilar, el perdón debe extenderse al ámbito social. “Ninguna persona, ninguna familia, ningún pueblo debe ser aplastado por las deudas”, agregó.
El Papa había planteado este tema previamente en diciembre, cuando en su mensaje para la Jornada de la Paz, pidió que una porción de los fondos destinados a armamentos se redirigiera hacia la lucha contra la pobreza y la eliminación de las condenas a muerte. En este sentido, sugirió tres acciones para los mandatarios que visiten el Vaticano en 2025, que contribuirían a restaurar la dignidad de poblaciones enteras y superar la crisis de la deuda.
Además de su llamado a la condonación de las deudas, el Papa renovó su solicitud de poner fin a las guerras. En su intervención, recordó a los países afectados por conflictos como Ucrania, Gaza, Israel, Myanmar y la República Democrática del Congo. “Expreso mi agradecimiento a todos aquellos que trabajan por el diálogo y las negociaciones en las zonas de conflicto”, afirmó.
En la mañana del 1 de enero, Francisco presidió la misa de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios en la Basílica de San Pedro. Durante la ceremonia, reiteró su firme compromiso con la protección de la vida en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural, subrayando que este es el fundamento para construir una “civilización de la paz”.
“Hoy, en la Jornada Mundial de la Paz, todos estamos llamados a aceptar esta invitación que brota del corazón materno de María: proteger la vida, hacernos cargo de la vida herida, dignificar la vida de cada ‘nacido de mujer’”, concluyó el Papa.