Pavo desata caos en calles de Manhattan
Un pavo ha puesto a los neoyorquinos a seguir sus pasos por la ciudad luego de que dejara su hogar en la tranquila isla de Roosevelt, ubicada entre los condados de Manhattan y Queens, en el East River, donde ha residido durante casi un año.
Astoria, como se llama esta hembra de pavo con plumaje marrón, rojo, negro y azul, emprendió su vuelo poco antes del mediodía del domingo, cruzó el río del Este y aterrizó en la costa de Midtown Manhattan. Allí pasó gran parte del día posada en los árboles, según informó Manhattan Bird Alert, un grupo dedicado al seguimiento de aves, a través de su cuenta de X.
Después de su día de exploración, Astoria voló hacia un patio interior donde pasó la noche en un árbol alto, quizás soñando con encontrar al pavo ideal para pasar el resto de su vida.
David Barrett, observador de aves, indicó al diario Gothamist que creen que Astoria está en busca de pareja, ya que es la época de apareamiento de los pavos. Barrett, quien ha estado siguiendo al ave desde hace un año, expresó su alegría al ver que Astoria está bien, pero también subrayó que no debería estar en esa zona de la ciudad, un lugar peligroso para ella. Por ello, la policía se unió el domingo al esfuerzo para intentar capturar al ave y hacerla regresar a su hogar en Roosevelt.
Sin embargo, Astoria, decidida a encontrar pareja, escapó volando hacia un patio interior y se detuvo frente a la ventana de Denise LaVetty, quien compartió con el Gothamist lo emocionante que fue observar al ave durante la tarde del domingo.
Según Barrett, las probabilidades de que Astoria encuentre pareja son bajas, ya que parece ser la única pavo salvaje en la zona. No obstante, espera que regrese pronto a la isla de Roosevelt, un área verde ideal para ella, donde Barrett la visita diariamente con comida. Las calles de Manhattan no son el lugar más adecuado para buscar alimento, ni mucho menos para encontrar amor.
La historia de Astoria recuerda a la vivida por los neoyorquinos con Flaco, un búho en cautiverio que escapó en febrero de 2023 del Parque Central y mantuvo a la ciudad en vilo hasta su muerte en abril de 2024, tras chocar contra un edificio.