Posibles incidentes postelectorales en Francia son ahora la mayor preocupación para los JJ.OO. de París 2024

El Gobierno francés está enfrentando preocupaciones significativas en relación con la preparación de los Juegos Olímpicos de París 2024, particularmente debido a la cercanía de las elecciones legislativas y los posibles disturbios que podrían surgir por parte de grupos extremistas, tanto de derecha como de izquierda.

Según la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castera, y el ministro del Interior, Gérald Darmanin, existe una preocupación real por los incidentes que podrían ocurrir durante las elecciones legislativas del 30 de junio y 7 de julio. Los servicios secretos han alertado sobre el riesgo de disturbios por parte de grupos ultraderechistas y ultraizquierdistas. Esta situación ha llevado a medidas preventivas intensas, incluyendo reuniones con las fuerzas policiales y de seguridad para asegurar un proceso electoral libre y democrático, así como para manejar cualquier eventualidad posterior a los resultados.

Además de la preocupación por los disturbios durante las elecciones, también existe inquietud sobre cómo un posible cambio en el Gobierno podría afectar la gestión de los Juegos Olímpicos. Con la Agrupación Nacional (RN) siendo favorita en las encuestas, hay incertidumbre sobre posibles modificaciones en los planes actuales para los Juegos.

En términos de seguridad, se han llevado a cabo extensas investigaciones y se han excluido a miles de personas de la organización de los Juegos debido a preocupaciones de seguridad, incluyendo vínculos con grupos extremistas de derecha, izquierda e integrismo islámico, así como riesgos de injerencia extranjera.

Respecto a la ceremonia inaugural, planeada de manera innovadora en el río Sena, se han considerado contingencias como crecidas del río o amenazas terroristas, para las cuales se ha diseñado un plan de acción alternativo.

En resumen, mientras Francia se prepara para los Juegos Olímpicos de 2024, la seguridad ante posibles disturbios electorales y amenazas terroristas sigue siendo una prioridad clave para el Gobierno, asegurando medidas preventivas y planes de contingencia robustos.