Internacional

Presidente surcoreano Yoon Suk-yeol defiende ante el tribunal la legitimidad de la ley marcial

El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, compareció este sábado ante el Tribunal del Distrito Oeste de Seúl para defender la legalidad de su declaración de ley marcial el pasado 3 de diciembre, una medida que le costó su destitución solo 11 días después y lo mantiene en arresto mientras avanza la investigación en su contra.

Durante 40 minutos, Yoon explicó su postura ante el tribunal, argumentando que la imposición del estado de excepción fue un ejercicio legítimo de autoridad presidencial. La audiencia, que se prolongó por cinco horas, incluyó los alegatos de la acusación y la defensa, quienes invirtieron 70 minutos cada uno para exponer sus puntos de vista.

Multitudes apoyan a Yoon
Mientras Yoon llegaba escoltado por una comitiva de vehículos de seguridad, miles de simpatizantes se concentraron en las inmediaciones del tribunal. Según la agencia Yonhap, más de 12,000 personas corearon su nombre y ondearon banderas de Corea del Sur y Estados Unidos. La tensión aumentó cuando algunos manifestantes intentaron abrirse paso al interior del recinto, resultando en pequeños altercados con la policía.

“El presidente explicó y respondió fielmente sobre los hechos, las pruebas y las cuestiones jurídicas”, declaró Yun Gap-geun, abogado de Yoon, quien aseguró que esperarán la decisión del tribunal con calma.

Investigación y posibles consecuencias
La Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO) presentó una solicitud para extender la detención de Yoon hasta por 20 días, argumentando que la declaración de ley marcial pudo constituir un intento de insurrección, delito para el cual no aplica la inmunidad presidencial.

El tribunal decidirá entre la noche de este sábado y la madrugada del domingo si acepta o rechaza la solicitud. De ser aceptada, Yoon permanecerá bajo arresto mientras avanzan las investigaciones. En caso contrario, se espera que regrese a su residencia para preparar su defensa.

El caso marca un hito histórico, ya que Yoon es el primer presidente surcoreano en ser arrestado mientras está en el cargo, aunque actualmente suspendido. Además, enfrenta un proceso en el Tribunal Constitucional que decidirá si se mantiene su destitución o se le restituye como mandatario, resolución prevista para antes de junio de este año.

Un presidente bajo escrutinio
Yoon fue detenido tras un asedio de las autoridades a su residencia, y en su primer día bajo custodia fue sometido a más de diez horas de interrogatorio. Desde entonces, se ha negado a comparecer en nuevas rondas de interrogatorios alegando motivos de salud.

El presidente argumenta que su declaración de ley marcial fue una medida necesaria ante una situación de emergencia nacional y niega cualquier intención de insurrección.

Mientras tanto, el caso continúa siendo un tema divisivo en Corea del Sur, enfrentando a quienes lo respaldan y consideran víctima de una persecución política, y a quienes lo acusan de abuso de poder y ponen en duda su legitimidad.