Protestan activistas en cumbre climática de la ONU en Bakú
Cientos de activistas se unieron en una cadena humana afuera de uno de los principales salones plenarios en la cumbre climática de las Naciones Unidas en Bakú, Azerbaiyán, durante lo que tradicionalmente es su mayor día de protesta. La manifestación fue parte de un “día de acción” global por la justicia climática, una actividad anual que se lleva a cabo en diferentes lugares del mundo.
Protesta silenciosa por un cambio significativo
Los activistas ondearon banderas, chasquearon los dedos y murmuraron cánticos en una protesta silenciosa. Muchos de ellos se cubrieron la boca con la palabra “Silenciados”. Los manifestantes sostuvieron carteles pidiendo más financiación para la transición a una energía limpia y la adaptación al cambio climático, un tema que sigue siendo una de las principales áreas de discordia en las negociaciones. Aunque los negociadores han intentado avanzar en un acuerdo, el progreso ha sido lento y los observadores sostienen que aún no está clara la dirección de cualquier acuerdo futuro.
Lidy Nacpil, coordinadora del Movimiento de los Pueblos Asiáticos sobre Deuda y Desarrollo, afirmó que, aunque no están sorprendidos por el lento avance de las negociaciones, las victorias pasadas como un fondo de pérdidas y daños siguen siendo una fuente de motivación. “No estamos obteniendo los resultados que el mundo necesita en esta ronda de negociaciones, pero al menos acercarnos muchos pasos es nuestra esperanza, es nuestro objetivo”, dijo Nacpil.
Frustración por el ritmo del progreso
Las declaraciones de los activistas reflejaron la creciente frustración con el ritmo de las negociaciones. Tasneem Essop, quien se sintió inspirada por la acción de los manifestantes, comentó que no está muy optimista sobre los resultados de las negociaciones climáticas, pero reconoció que la próxima semana será crucial. “No podemos terminar con un mal acuerdo para los pueblos del mundo que ya están sufriendo los impactos del cambio climático”, dijo Essop.
Samir Bejanov, subdirector negociador de las conversaciones climáticas, destacó la urgencia con la que se necesita avanzar: “Necesitamos que todos se acerquen a la tarea con urgencia y determinación”, enfatizó. Mohamed Adow, de la organización Power Shift Africa, describió la COP29 como “la peor primera semana de una COP en mis 15 años asistiendo a esta cumbre”, señalando la falta de claridad sobre el objetivo de la financiación climática y su accesibilidad para los países vulnerables.
Juan Carlos Navarro, ministro de Medio Ambiente de Panamá, coincidió en que las conversaciones hasta ahora no ofrecen suficiente estímulo. “Veo muchas conversaciones, pero pocas acciones”, lamentó. Panamá, uno de los países con menos emisiones de gases de efecto invernadero pero más vulnerable a los efectos del cambio climático, se une a los países que necesitan una respuesta más efectiva para enfrentar estos desafíos.
El “día de acción” global en Bakú refleja el llamado a una acción más decidida por parte de los gobiernos y las organizaciones internacionales para abordar los efectos del cambio climático, particularmente en los países más vulnerables.