Internacional

Protestan en España contra precios de rentas de viviendas

Madrid,— La crisis de la vivienda en España sigue alimentando el malestar social, con miles de personas manifestándose en diversas ciudades del país para exigir una reducción drástica de los precios de los alquileres y medidas contra la especulación inmobiliaria. Las protestas se llevaron a cabo en Barcelona, Jerez de la Frontera (Cádiz) y Burgos, donde los manifestantes pidieron una bajada de al menos el 50% en las rentas de las casas y un control más estricto sobre el fenómeno de los pisos turísticos y la gentrificación impulsada por la llegada masiva de turistas.

El lema principal de la marcha en Barcelona fue claro: “Se ha acabado, bajemos los alquileres. Por una vivienda digna para todos”. Durante la manifestación, se advirtió que no se tolerarán más desahucios ni prácticas especulativas de bancos o fondos buitre. Además, se hizo un llamado a las autoridades para que garanticen que “la vivienda sea gratuita y universal”. Esta protesta, convocada por la plataforma Sindicato de Inquilinas y otras organizaciones sociales, refleja el creciente descontento por la escalada de los precios de los alquileres, que según los manifestantes, está afectando gravemente la calidad de vida de la mayoría de los ciudadanos.

En paralelo a estas movilizaciones, ha surgido un nuevo tipo de protesta: la huelga masiva de alquileres. Este movimiento propone que los inquilinos dejen de pagar la renta para presionar a los propietarios a reducir los precios de manera generalizada. Carmen Arcarazo, vocera del Sindicato de Inquilinas, explicó que el objetivo es que los rentistas y responsables políticos bajen los alquileres en un 50%, promuevan contratos indefinidos para eliminar la inseguridad al final de cada contrato y prohiban la compra especulativa de viviendas. “Si nos unimos, tenemos mucho más poder que cualquier político o rentista”, enfatizó Arcarazo.

Los manifestantes señalaron que los precios de los alquileres han aumentado de forma injustificada durante los últimos años, lo que ha provocado que los inquilinos se empobrezcan y que una minoría de inversores y empresas acumule propiedades a precios desorbitados. En algunas ciudades, como Barcelona, el 60% de las compras de viviendas se pagan al contado, sin necesidad de hipoteca, y la mitad de las adquisiciones en los últimos 15 años han sido realizadas por inversores con más de ocho propiedades.

Además de la manifestación en Barcelona, en Jerez de la Frontera y Burgos también se congregaron centenares de personas con el mismo reclamo, a la espera de que el movimiento se expanda a otras regiones donde los precios de las rentas siguen creciendo, en gran parte debido al auge del turismo y la conversión de viviendas en alojamientos turísticos.

Los manifestantes también criticaron a los responsables políticos, quienes consideran que han favorecido los intereses de los rentistas mediante medidas ineficaces y regulaciones que carecen de rigor. A su juicio, no se han dado pasos significativos para reducir los precios del alquiler y proteger a la mayoría de los ciudadanos, a pesar de los logros alcanzados a través de la lucha social.

Este descontento en aumento refleja una creciente preocupación por la vivienda en España, y la presión sobre el gobierno y las autoridades locales para que adopten medidas más contundentes para garantizar el acceso a un hogar digno para todos.