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Protestas en Los Ángeles llegan a su cuarto día: “Desplegar tropas solo aumenta la indignación”

Al grito de “¡Fuera ICE!” y “¡Liberen a todos!”, miles de personas volvieron a salir a las calles del centro de Los Ángeles este lunes, por cuarto día consecutivo, para protestar contra las redadas migratorias del gobierno federal y el despliegue de tropas ordenado por el presidente Donald Trump, medida que los manifestantes consideran un intento de intimidación.

“La gente está enojada, y que las autoridades respondan con violencia hace que nos enfurezcamos cada día más”, dijo Isabella, joven de origen mexicano y argentino, mientras sostenía una pancarta a las afueras del edificio federal donde se concentró la manifestación.

La protesta se desarrolló en su mayoría de forma pacífica durante el día, con participantes ondeando banderas de México, Guatemala, El Salvador, Honduras e incluso Palestina, en señal de solidaridad entre comunidades migrantes. Sin embargo, la tensión aumentó con la llegada de un pequeño grupo de partidarios de Trump, que generaron enfrentamientos verbales con los manifestantes.

“No es un crimen trabajar para tu familia”
Los congregados exigieron la liberación inmediata de los migrantes detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), y calificaron como una “provocación peligrosa” el despliegue de 2 mil efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines, quienes han sido apostados en puntos estratégicos de la ciudad.

“Que traigan a la marina… eso es para crear más miedo, pero nos da más razones para estar presentes”, dijo Alex Aguilar, joven angelino de raíces salvadoreñas y mexicanas. “Mis papás vinieron aquí porque tenían que salir de sus países. No es un crimen trabajar para mantener a tu familia”.

Los agentes de la Guardia Nacional se mantuvieron estoicos frente al edificio federal durante horas, pero recibieron reclamos constantes de manifestantes que cuestionaban su presencia. “¿No deberían estar del lado del pueblo?”, gritó una mujer mientras caminaba con su hijo pequeño. Otro grupo coreaba: “¡Traidores!” y “¡Trump se tiene que ir ahora!”.

Alcaldesa denuncia “experimento federal”
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, denunció que el Gobierno federal está usando la ciudad como “un experimento político” y rechazó las declaraciones del presidente Trump, quien describió a la ciudad como “invadida y ocupada por inmigrantes ilegales y delincuentes”.

“Esta es una descripción despreciable de nuestra ciudad. Los Ángeles es una ciudad de inmigrantes, y siempre lo hemos aceptado. No permitiremos que nos dividan”, subrayó Bass.

También instó a la administración federal a detener de inmediato las redadas, que a su juicio no están justificadas. “El jueves pasado, no ocurrió nada en esta ciudad que justificara semejante operativo”, dijo.

Represión al cierre del día
Al caer la tarde, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) declaró la protesta como una “reunión ilegal” y comenzó a dispersar a los manifestantes con bombas de ruido y gas pimienta, lo que generó nuevas críticas sobre el uso excesivo de la fuerza.

Paola, una mujer de 40 años nacida en Costa Rica que migró a Los Ángeles a los seis años, resumió el sentimiento de muchos:

“Estamos enojados, disgustados, decepcionados. Esta energía no se va a ir. Estamos aquí por lo correcto, y unidos hacemos la fuerza”.

Las movilizaciones continuarán este martes, según han anunciado organizaciones comunitarias, mientras crece la presión nacional e internacional sobre el Gobierno de Trump por el uso militar en conflictos civiles y el trato a las comunidades migrantes.