Provoca escasez de reses
Debido a la severa sequía que desde hace años agobia a la región, la venta de carne de res ha tenido un desplome de hasta un 60 por ciento, pues los abastecedores enfrentan serias dificultades para adquirir reses.
El problema es que los vendedores de carne deben de comprar reses en Hermosillo, Ciudad Obregón o en ranchos más lejanos, pues en el valle de Guaymas y Empalme prácticamente ya no hay, dijo Ángel Zenea Osuna, abastero y presidente de la Unión de Locatarios del Mercado Municipal Centro, en Empalme.
Comentó que en su caso la semana antepasada no trabajó ni un solo día debido a que no tenía producto, “y como un servidor hay otros compañeros, tanto en Guaymas como en Empalme, que igual batallan para comprar animales para su sacrificio y posterior venta”.
Señaló que con este problema ya tienen aproximadamente tres años debido a la sequía, el que se va a empeorar si este año tampoco llueve.
En el campo de la región ya no quedan pequeños productores, y aquellos que tenían hatos de 400 o 500 reses, hoy apenas les quedan unas 50, pues o las han estado vendiendo o se les mueren por la sequía, apuntó.
Por su parte, el administrador del Rastro Municipal, Iván Romero, dio a conocer que el sacrificio de reses es de unas seis en promedio al día, pero ha habido ocasiones en que no se sacrifica una sola porque los abastecedores no tienen animales.
Comentó que el número es bajo, considerando que el rastro es el único que opera en la región de Guaymas y Empalme, por lo que necesariamente los abasteros de ambos municipios deben de acudir aquí para el sacrificio de sus animales, lo mismo puercos que reses.
Los pequeños ganaderos en la región hace tres o cuatro años que prácticamente desaparecieron, dado que los pocos animales que tenían o murieron o los vendieron antes de perderlos por la sequía, pues no los pudieron mantener por lo costoso que resulta.
15 por ciento, aproximadamente, incrementaron los abasteros el precio de la carne en los últimos meses.