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Proyecto de 10 mil millones de dólares busca agilizar el comercio entre México y Estados Unidos

Un nuevo megaproyecto binacional de infraestructura fronteriza fue anunciado con una inversión estimada de 10 mil millones de dólares. El plan contempla el desarrollo de un corredor de transporte autónomo de carga que conectará el puerto fronterizo de Laredo, Texas, con la ciudad de Monterrey, Nuevo León, a través de un sistema de vías exclusivas y automatizadas.

La iniciativa tiene como objetivo resolver los problemas de congestión en los cruces fronterizos y mejorar la eficiencia logística del comercio entre ambos países. El corredor permitirá el tránsito continuo de camiones autónomos y electrificados, sin necesidad de detenerse para inspecciones manuales, lo que reduciría significativamente los tiempos de entrega y los costos operativos.

El proyecto incluye la construcción de centros logísticos inteligentes, estaciones de carga eléctrica, infraestructura ferroviaria de soporte y un sistema de verificación aduanal digital integrado entre agencias mexicanas y estadounidenses. También se contempla la implementación de inteligencia artificial para el monitoreo de seguridad y cumplimiento normativo en tiempo real.

Laredo es actualmente el puerto terrestre más activo entre México y Estados Unidos, con más de 15 mil millones de dólares en mercancías cruzando mensualmente. Sin embargo, la saturación de rutas, los cuellos de botella y los retrasos por revisiones han generado pérdidas económicas y afectado la competitividad regional.

La obra está planeada para ejecutarse en fases, con la primera etapa centrada en infraestructura vial, aduanas y logística en Nuevo León. Posteriormente, se extenderá al lado texano. La fecha estimada de finalización es 2031, aunque las autoridades esperan que las primeras operaciones puedan iniciar antes de 2028.

Gobiernos estatales, inversionistas privados y agencias federales de ambos países participan en la financiación del proyecto. Además, el plan forma parte de una estrategia más amplia para fortalecer el nearshoring en América del Norte y atraer a empresas que buscan relocalizar sus cadenas de producción fuera de Asia.

Este corredor, considerado uno de los más ambiciosos de la región, busca posicionar a la frontera norte como un nodo logístico clave del siglo XXI, en el marco de una creciente integración económica y tecnológica entre México y Estados Unidos.