Queda el último zapatero en Empalme
Todos los días, Carlos Hiram Delgado se levanta temprano para irse a trabajar a un pequeño puesto del Mercado Municipal Centro, en Empalme, en donde desde hace 39 años se ha dedicado a la reparación de calzado.
Con 56 años de edad, Carlos Hiram inició muy joven en este oficio. Primero, de ayudante con el ‘Chino’ Castro, en la esquina de donde antiguamente operó el hotel Jardín, en avenida Reforma y Valentín Gómez Farías, y luego en Guaymas, con otro zapatero.
Posteriormente, se fue a San Luis Río Colorado, y luego a Mexicali, Baja California, en donde igual se desempeñaba como ayudante de quienes reparaban calzado.
“Luego me regresé a Empalme, y después de pensarla mucho y de haberle echado el ojo a este pequeño local, finalmente lo pedí en renta al municipio y me puse a trabajar, porque ya quería ser mi propio patrón”, expresó.
Recordó que cuando se inició en este local, en Empalme había dos zapateros más, pero al paso del tiempo dejaron de trabajar, y finalmente se quedó como el único en la ciudad que se dedica a la reparación de calzado. Carlos Delgado comentó que está el hijo de un viejo zapatero que ya murió, pero trabaja de manera ocasional, no es permanente. Don Carlos Pesos llega a cobrar 600 por la reparación de calzado, aún cuando el trabajo es complicado y laborioso.
Dijo que de este oficio ha sacado adelante a su familia, y si bien no viven en la abundancia, pero tampoco les ha hecho falta nada, pues sí obtiene el recurso para poder vivir.
“Este negocio es como todo, hay veces que está bien y en ocasiones se vienen malas rachas, pero no me puedo quejar, porque aparte prácticamente todo el trabajo para la reparación de calzado en la ciudad viene aquí; esa es la ventaja de ser el único”, puntualizó.



