Rafael Caro Quintero se declara no culpable de narcotráfico y asesinato en Nueva York
El narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero, fundador del extinto Cártel de Guadalajara, se declaró no culpable este viernes en una corte federal del Distrito Este de Nueva York de los cargos de narcotráfico, organización criminal, uso de armas de fuego y asesinato, incluyendo el del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena en 1985.
La audiencia del llamado ‘Narco de Narcos’ estuvo marcada por un fuerte operativo de seguridad, con más de un centenar de agentes de la DEA, funcionarios del Departamento de Justicia y una veintena de periodistas internacionales.
Un juicio histórico tras cuatro décadas de persecución
Caro Quintero, de 72 años, fue señalado por la fiscal Saritha Komatireddy como el responsable del asesinato de Camarena y de miles de muertes derivadas del tráfico de drogas. “Después de 40 años, el hombre que asesinó a Camarena está aquí para enfrentarse a la justicia”, afirmó.
Vestido con un uniforme naranja de prisión y una camisa azul, el capo apareció esposado y escoltado por cuatro agentes del Servicio de Alguaciles. Durante la breve audiencia de 15 minutos, respondió con un escueto “sí, señor” a cada pregunta del juez Robert M. Levy.
De Sinaloa a Nueva York: el encierro del ‘Narco de Narcos’
Tras la audiencia, Caro Quintero fue trasladado al Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, una prisión conocida por sus duras condiciones, donde comparte espacio con otros criminales de alto perfil como Ismael ‘el Mayo’ Zambada, el rapero Sean ‘Diddy’ Combs y el siciliano Luigi Mangione.
El narcotraficante regresará a la corte el 26 de marzo para su audiencia preliminar, antes de enfrentar el juicio formal en Nueva York. Además, tiene procesos pendientes en tribunales de California y Texas.
Una extradición clave en la lucha antidrogas
Caro Quintero fue arrestado por primera vez en 1985 en Costa Rica, pero liberado en 2013 por un error procesal. Tras permanecer prófugo, fue capturado en 2022 en Sinaloa en un operativo que dejó 14 marinos muertos. La DEA lo tenía en su lista de fugitivos más buscados, con una recompensa de 20 millones de dólares por su captura.
Su extradición, junto con la de otros 28 narcotraficantes, ocurre en un contexto de endurecimiento de la política antidrogas de Estados Unidos. La Administración de Donald Trump ha designado a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas y ha advertido sobre posibles sanciones comerciales si México no refuerza sus esfuerzos contra el tráfico de drogas.