Sentencian a cadena perpetua a asesino de estudiantes de la Universidad de Idaho
En un tribunal marcado por la emoción, el dolor y la indignación, Bryan Kohberger fue sentenciado este miércoles a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el brutal asesinato de cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho, en un caso que estremeció a todo Estados Unidos.
El juez Steven Hippler dictó cuatro cadenas perpetuas por los cargos de asesinato en primer grado, además de una sentencia adicional de 10 años por robo y sanciones económicas que ascienden a 270 mil dólares. Kohberger, ex estudiante de posgrado en criminología en la Universidad Estatal de Washington, se había declarado culpable a principios de julio en un acuerdo con la fiscalía para evitar la pena de muerte.
Los familiares y amigos de las víctimas —Madison Mogen, Kaylee Goncalves, Xana Kernodle y Ethan Chapin— ofrecieron poderosos testimonios ante la corte, llenos de amor por sus seres queridos y repudio hacia el asesino.
“Este mundo era un lugar mejor con ella”, dijo entre lágrimas Scott Laramie, padrastro de Madison Mogen. “Karen y yo somos personas ordinarias, pero vivimos vidas extraordinarias porque teníamos a Maddie”.
Steve Goncalves, padre de Kaylee, criticó duramente a Kohberger por su arrogancia y su torpe ejecución del crimen. “Fuiste tan descuidado, tan tonto, tan estúpido”, expresó. “¿Maestría? Eres una broma”, dijo, aludiendo a los estudios de posgrado en criminología del asesino confeso.
El ataque ocurrió la madrugada del 13 de noviembre de 2022, cuando Kohberger irrumpió en la vivienda de los estudiantes a través de una puerta corrediza de la cocina y los apuñaló mientras dormían. La investigación reveló que no existía un vínculo conocido entre el agresor y las víctimas. Hasta ahora, Kohberger no ha ofrecido explicación alguna sobre sus motivos y permaneció en silencio durante la audiencia de sentencia.
La resolución del caso pone fin a una de las investigaciones más seguidas en la historia reciente del país, pero deja a las familias enfrentando una pérdida irreparable. Mientras Kohberger pasará el resto de su vida en prisión, los allegados de las víctimas siguen exigiendo justicia emocional por vidas jóvenes segadas sin sentido.