Internacional

Sube a más de 1,400 el número de muertos por el peor terremoto en años en Afganistán

KABUL, AFG. – El número de víctimas mortales por el terremoto más devastador en años en Afganistán ha aumentado a más de 1,400 personas, con miles de heridos, mientras las labores de rescate se ven gravemente obstaculizadas por el difícil terreno montañoso. Según el portavoz del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, al menos 3,124 personas resultaron heridas y más de 5,400 viviendas quedaron destruidas.

Dificultades en las labores de rescate
El sismo de magnitud 6, que ocurrió cerca de la medianoche del lunes, afectó principalmente a las provincias orientales de Kunar y Nangarhar. El principal obstáculo para los equipos de socorro es el acceso vehicular a las estrechas carreteras de montaña, las cuales han sido bloqueadas por escombros. Ehsanullah Ehsan, jefe provincial de gestión de catástrofes, mencionó que se está utilizando maquinaria pesada para limpiar las vías y que se teme que haya más personas atrapadas bajo los escombros.

El terreno accidentado y las condiciones climáticas han hecho que sea casi imposible llegar a las aldeas más remotas, que quedaron reducidas a escombros. Ehsan afirmó que la prioridad es completar las operaciones de rescate lo más pronto posible para empezar a distribuir ayuda humanitaria. Ambulancias y helicópteros están trabajando para trasladar a los heridos a hospitales en Kabul y Nangarhar.

Llamado de ayuda internacional
La catástrofe ha puesto una presión adicional sobre el gobierno talibán, que ya enfrenta una fuerte caída en la ayuda extranjera. Organizaciones internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han advertido del peligro que corren miles de niños y han enviado ayuda, incluyendo medicinas, tiendas de campaña y artículos de higiene.

Afganistán es una zona propensa a terremotos, ya que está ubicada en la cordillera del Hindu Kush, donde convergen las placas tectónicas. La fragilidad del sistema de salud del país, que ya estaba desbordado antes del sismo, genera una dependencia total de la ayuda externa.