Suman 144 muertos y 732 heridos por terremoto en Myanmar
Un potente sismo de magnitud 7.7 sacudió el centro de Myanmar este viernes, dejando un saldo preliminar de decenas de muertos y cientos de heridos. La Cruz Roja informó de daños en carreteras, puentes y edificios, además de una creciente preocupación por el estado de las grandes represas del país.
El temblor devastó la mezquita de Shwe Pho Shein en Mandalay, donde numerosos fieles quedaron atrapados entre los escombros mientras realizaban sus oraciones. Equipos de rescate iniciaron una operación de emergencia en busca de sobrevivientes, informó el Yangon Times.
Ciudades en crisis: víctimas y daños estructurales
Las autoridades aún trabajan para determinar el número exacto de víctimas, especialmente en localidades gravemente afectadas como Taungoo, en la región de Bago. Testimonios locales señalan que al menos 14 personas habrían fallecido bajo los edificios colapsados.
En la capital, Naipyidó, la fuerza del sismo provocó daños significativos en infraestructuras gubernamentales, incluyendo la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Trabajo.
Hospitales colapsados y escenas de desesperación
Los hospitales de Myanmar se encuentran saturados ante la gran cantidad de heridos. En Naipyidó, las víctimas se hacinan en los pasillos y el suelo de las salas de emergencia debido a la falta de espacio.
“Es un lugar reservado para las numerosas víctimas”, explicó un responsable médico mientras pedía a los periodistas que se alejaran. Según un doctor, “al menos 20 personas murieron tras llegar al hospital”, mientras decenas más esperaban atención en condiciones precarias.
El personal sanitario trabaja sin descanso. “Nunca vi nada parecido. Estamos intentando manejar la situación”, confesó un médico extenuado a AFP. Afuera, el tráfico congestionado impide el paso de ambulancias y rescatistas, que piden desesperadamente que se despejen las vías para atender a los heridos.
Temor por la estabilidad de represas y más réplicas
Además de los daños estructurales, las autoridades monitorean la estabilidad de las grandes represas del país ante posibles colapsos o filtraciones que podrían agravar la crisis.
El impacto del terremoto se sintió en ciudades lejanas y hasta en la vecina Tailandia, donde también se reportaron daños materiales.
Mientras los equipos de rescate continúan buscando sobrevivientes bajo los escombros, Myanmar enfrenta una de las peores catástrofes naturales de los últimos años, con la cifra de víctimas en aumento y una población sumida en la incertidumbre.