Talibanes Imponen Nuevas Restricciones: Prohibirán Canto de Mujeres y Afeitado de Barba a Hombres
Talibanes Imponen Nuevas Restricciones en Afganistán: Prohibiciones para Mujeres y Hombres
Los talibanes que gobiernan Afganistán han introducido un conjunto de leyes estrictas que buscan regular diversos aspectos de la vida pública, con un enfoque particular en la conducta de mujeres y hombres. Estas normativas, promulgadas el miércoles y respaldadas por el líder supremo Hibatullah Akhundzada, forman parte del régimen de “vicio y virtud” implementado por los talibanes.
El nuevo marco legal, que consta de 114 páginas y 35 artículos, incluye restricciones significativas que afectan la vida cotidiana. Entre las disposiciones más destacadas, el artículo 13 exige a las mujeres cubrirse completamente con un velo en público, prohibiendo el uso de ropa fina, ajustada o corta, y estableciendo la obligación de cubrir el rostro para evitar “la tentación”.
Las leyes también imponen restricciones a los hombres, prohibiendo el afeitado de la barba bajo pena de despido, y regulan actividades como la publicación de imágenes de seres vivos, la reproducción de música, y el canto en público. Además, se prohíbe el transporte de mujeres que viajen solas, y se establece la obligación de realizar oraciones en horarios específicos tanto para pasajeros como para conductores.
El Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio es el encargado de supervisar y regular estas normas, con la facultad de imponer castigos que van desde advertencias hasta arrestos. El ministerio justifica estas leyes como un esfuerzo para alinear el comportamiento con la ley islámica, destacando la promoción de la virtud y la eliminación del vicio.
Un informe reciente de la ONU ha advertido que las actividades del ministerio están creando un clima de miedo e intimidación en Afganistán, afectando a la libertad de prensa y la lucha contra la adicción a las drogas. Fiona Frazer, jefa del Servicio de Derechos Humanos de la ONU en Afganistán, expresó su preocupación por el impacto de estas restricciones, especialmente sobre las mujeres y las niñas, y el aumento de la supervisión gubernamental sobre la vida pública.