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Texas iza banderas a media asta por más de 100 muertos tras inundaciones en Hill Country

El gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó izar las banderas a media asta en todo el estado para rendir homenaje a las más de 100 personas fallecidas y al menos 173 desaparecidas tras las devastadoras inundaciones que azotaron la región de Hill Country, en las afueras de San Antonio, durante el fin de semana del 4 de julio.

En una carta dirigida a edificios públicos y entidades privadas, Abbott pidió guardar luto oficial hasta el próximo lunes y expresó su solidaridad con las familias afectadas:

“Incontables vidas se han perdido durante este horroroso acontecimiento, y se ha sufrido una cantidad increíble de daño físico y emocional en todo el estado”, lamentó.

Una tragedia sin precedentes
Las autoridades confirmaron hasta ahora 119 muertes derivadas de las inundaciones, pero advirtieron que la cifra podría aumentar conforme continúan las labores de rescate. Equipos de emergencia, con apoyo de bomberos de otros estados e incluso de brigadas mexicanas, permanecen en la zona, aunque las posibilidades de hallar sobrevivientes se reducen con el paso de las horas.

Durante una conferencia de prensa en Hunt, una de las comunidades más afectadas, Abbott actualizó la cifra de desaparecidos:

161 personas en el condado de Kerr

12 más en otras localidades cercanas

Críticas por fallas en el sistema de alertas
El sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, aseguró que se investigará a fondo el funcionamiento del sistema de alertas durante la emergencia.

“Creo que esas preguntas deben responderse, a las familias de los seres queridos desaparecidos, al público, a la gente que me eligió para este cargo”, afirmó. “Yo quiero esa respuesta, y la vamos a conseguir.”

Varios residentes señalaron que, aunque recibieron alertas por lluvia intensa, no se emitieron instrucciones claras de evacuación, lo que pudo haber contribuido al alto número de víctimas. El Servicio Nacional de Meteorología (NWS) comenzó a emitir advertencias desde la madrugada del 4 de julio, pero los pronósticos habrían subestimado la magnitud real de las precipitaciones.

Expertos advierten falta de preparación
De acuerdo con el Texas Tribune, meteorólogos y expertos en gestión de riesgos consideran que pudieron tomarse medidas preventivas con base en los avisos previos.

“Parece que se podrían haber reducido las muertes si los organizadores de los campamentos y las autoridades locales hubieran atendido las advertencias del Gobierno y de fuentes meteorológicas privadas”, afirmó el jefe meteorólogo de AccuWeather.

Entre la noche del 3 de julio y la madrugada del 4, se acumularon entre 12.7 y 27.9 centímetros de lluvia en los condados de Kerr, Bandera, Tom Green y Kendall, provocando el colapso de ríos y la destrucción de viviendas, caminos y estructuras.

La tragedia ha conmocionado a Texas y al país, y ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre la preparación ante fenómenos meteorológicos extremos en regiones con alta exposición a lluvias torrenciales.