Trump recurre al Tribunal Supremo en un último intento por frenar una sentencia histórica
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha solicitado al Tribunal Supremo que suspenda la sentencia en el caso que enfrenta en Nueva York por presuntos pagos irregulares a la ex actriz porno Stormy Daniels. La sentencia, prevista para este viernes, marcaría un hito histórico al ser la primera vez que un presidente condenado por un delito grave asume el cargo.
La petición al Supremo
Los abogados de Trump presentaron una solicitud de emergencia argumentando que el proceso judicial pone en peligro las funciones de la presidencia.
“Este tribunal debe emitir una suspensión inmediata de los procedimientos adicionales en el tribunal de primera instancia de Nueva York para evitar una grave injusticia y un daño a la institución de la presidencia y las operaciones del Gobierno federal”, expusieron en su alegato.
El Tribunal Supremo ha pedido a los fiscales de Nueva York que respondan a la petición antes del jueves por la mañana, dejando poco margen para una decisión definitiva antes de la lectura de la sentencia.
Intentos fallidos
La petición al Supremo se produce después de una serie de reveses legales para Trump. El martes, una corte de apelaciones, encabezada por la jueza Ellen Gesmer, rechazó una solicitud para paralizar el proceso. Gesmer dictaminó que los argumentos presentados no justificaban una suspensión temporal.
El lunes, el juez Juan Merchan, quien preside el caso, también denegó una moción similar presentada por la defensa de Trump. Merchan ha sido firme en mantener la fecha de la sentencia, programada diez días antes de que Trump asuma su segundo mandato presidencial el próximo 20 de enero.
Un caso sin precedentes
El caso se remonta a mayo de 2024, cuando un jurado encontró a Trump culpable de 34 delitos de falsificación de registros comerciales. Según los fiscales, el expresidente habría realizado pagos a Stormy Daniels para silenciar una supuesta aventura extramarital y evitar que esta información afectara su campaña presidencial de 2016.
Aunque el juez Merchan ha indicado que Trump no enfrentará una pena de prisión, la condena representa un evento sin precedentes en la historia de Estados Unidos. Será la primera vez que un presidente electo asuma el cargo mientras enfrenta una condena por delitos graves.
Consecuencias políticas y legales
La sentencia, además de su carga simbólica, podría tener implicaciones para la administración de Trump, ya que sus opositores podrían usarla como argumento para cuestionar su legitimidad. Mientras tanto, sus aliados continúan defendiendo la narrativa de que los procesos en su contra son parte de una “persecución política”.
El desenlace de este caso será crucial no solo para Trump, sino también para la percepción del sistema judicial en un país profundamente dividido.
