U.S. President Donald Trump touts his administration's environmental policy during a speech in the East Room of the White House in Washington, U.S., July 8, 2019. REUTERS/Carlos Barria
Internacional

Trump regresa a la Casa Blanca con un enfoque negacionista hacia la crisis climática

La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos marca un punto de inflexión preocupante para las políticas medioambientales globales. Con su retorno a la Casa Blanca el próximo enero, el republicano ha dejado claro su plan de desmantelar las regulaciones ambientales, priorizar la expansión de los combustibles fósiles y retirarse de compromisos internacionales contra el cambio climático, justo en vísperas de la COP29 en Azerbaiyán, donde líderes mundiales discutirán nuevos acuerdos climáticos.

Durante su primer mandato, Trump retiró a EE.UU. del Acuerdo de París y desestimó la crisis climática como un “fraude”, postura que continúa reafirmando. En agosto pasado, expresó su escepticismo en una entrevista con Elon Musk, poniendo en duda la urgencia de la acción climática frente a lo que considera una amenaza mayor: el “calentamiento nuclear”.

El Proyecto 2025: La guía para la administración de Trump

Trump cuenta ahora con el Proyecto 2025, un programa elaborado por la Heritage Foundation que establece un enfoque radical hacia las políticas ambientales. Este plan busca debilitar la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) y otras instituciones, incluyendo la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA). Entre sus medidas, el proyecto sugiere una restructuración de la EPA desde el primer día de gobierno, eliminando controles federales sobre sectores regulados en la economía verde.

Aunque durante su campaña Trump tomó distancia del Proyecto 2025, muchos analistas prevén que intentará erosionar las políticas ambientales actuales y revertir la Ley de Reducción de la Inflación, implementada por Joe Biden para fomentar la descarbonización.

Estrategia ambientalista: la “guerra de guerrillas jurídica”

Ante la amenaza de desmantelamiento regulatorio, el movimiento ambientalista en Estados Unidos ya prepara su estrategia. Organizaciones como Sierra Club, que en el primer mandato de Trump interpusieron más de 300 demandas, tienen en marcha un plan para frenar los intentos de la administración de eliminar protecciones ambientales mediante litigios. “Estamos listos para exigir cuentas a quienes intenten abusar del poder del Gobierno”, declaró Ben Jealous, director ejecutivo de Sierra Club.

Aunque Trump podría retirar nuevamente a EE.UU. del Acuerdo de París, líderes ambientales recuerdan que su administración sólo durará cuatro años y que un futuro presidente podría reincorporar al país a los compromisos globales.