Trump reitera amenaza de eliminar exención fiscal a Harvard por negarse a cumplir con exigencias ideológicas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó este viernes su confrontación con la Universidad de Harvard al reiterar su intención de retirar la exención fiscal a la prestigiosa institución, acusándola de no acatar las condiciones impuestas por su Administración para conservar fondos federales.
“Vamos a retirarle a Harvard su estatus de exención de impuestos. ¡Es lo que se merecen!”, escribió Trump en su red social Truth Social, avivando una disputa que ha escalado desde mediados de abril.
El 15 de abril, el mandatario republicano advirtió por primera vez que podría revocar la exención tributaria de Harvard si la universidad continuaba “promoviendo enfermedades políticas, ideológicas y de apoyo al terrorismo”, una acusación que ha centrado especialmente en la supuesta falta de medidas contra el antisemitismo en campus universitarios.
Harvard ha rechazado las acusaciones, asegurando que mantiene su compromiso con la diversidad y la libertad académica. La universidad afirmó que no eliminará sus programas de diversidad ni aceptará la vigilancia ideológica de sus estudiantes extranjeros, como ha solicitado el Gobierno.
“No existe base legal para rescindir el estatus de exención de impuestos de Harvard”, declaró un portavoz de la institución a la cadena CNN. “Una acción sin precedentes como esta pondría en peligro nuestra capacidad de llevar a cabo nuestra misión educativa”, agregó.
En abril, la Administración Trump congeló 2 mil 200 millones de dólares en fondos federales destinados a Harvard, como represalia por su negativa a aplicar las políticas del “Grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo”, creado por el propio presidente. Entre las medidas exigidas por este grupo están la eliminación de acciones afirmativas, la vigilancia ideológica y lo que la Casa Blanca denomina “garantía de diversidad de ideas”.
Harvard es una de varias universidades que han sido sancionadas o presionadas por la actual Administración por sus políticas de inclusión y por permitir protestas estudiantiles que el Gobierno ha calificado como “hostiles hacia Israel”.