El candidato presidencial republicano Donald Trump recibió hoy en su residencia de Mar-a-Lago, Florida, al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Esta reunión se produjo al día siguiente de que Netanyahu se reuniera con el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris en la Casa Blanca.
Trump recibió a Netanyahu y a su esposa, Sara Netanyahu, con un saludo cordial en la entrada de su mansión. El encuentro, que se realizó a puerta cerrada, se extendió durante aproximadamente dos o tres horas, según informes. La llegada de Netanyahu a Mar-a-Lago se produjo alrededor del mediodía, tras su arribo al aeropuerto de Fort Lauderdale.
El área circundante a Mar-a-Lago estuvo bajo un estricto dispositivo policial, con calles cerradas al tráfico y una fuerte presencia de agentes debido a las recientes preocupaciones de seguridad tras un intento de asesinato contra Trump. A pesar de las medidas de seguridad, cerca de cincuenta manifestantes propalestinos se congregaron en Southern Boulevard, cerca del puente que conduce a Palm Beach.
El viaje de Netanyahu a Estados Unidos incluyó un discurso ante el Congreso el miércoles y reuniones con Biden y Harris el jueves. En su encuentro con la vicepresidenta, Harris instó a Netanyahu a considerar un alto el fuego en Gaza, argumentando que es momento de cerrar el acuerdo para poner fin a la guerra. Harris expresó su deseo de que se alcance un acuerdo de paz para aliviar el sufrimiento humano en la región.
En el programa de televisión ‘Fox & Friends’, Trump elogió el discurso de Netanyahu ante el Congreso y agradeció su visita. Sin embargo, también hizo un llamado al primer ministro israelí para que ponga fin a la guerra en Gaza lo antes posible. Trump y Netanyahu ya habían mantenido reuniones previas durante la presidencia de Trump, aunque el republicano había expresado su descontento cuando Netanyahu felicitó a Biden tras su elección en 2020, un resultado que Trump sigue cuestionando.
La visita de Netanyahu a Mar-a-Lago subraya la continua relevancia de las relaciones entre Estados Unidos e Israel, en un contexto de tensión internacional y esfuerzos diplomáticos para resolver el conflicto en Gaza.
