Fotografía de tres peces muertos y manchados con pintura azul este miércoles, en el Lago de las Tulipas del Jardín Botánico en Jundiaí (Brasil). EFE/ Sebastiao Moreira
Internacional

Un lago a las afueras de São Paulo y su fauna quedan teñidos de azul tras derrame de tinte industrial

El Lago de las Tulipas, en el Jardín Botánico de Jundiaí, a 75 kilómetros de São Paulo, quedó teñido de un azul eléctrico junto con varios animales de la zona, luego de que un camión volcara y derramara cinco mil litros de colorante industrial, en un accidente ocurrido hace dos días.

El incidente se produjo cuando tres de los cinco tanques que transportaba el vehículo se rompieron sobre una autopista cercana, afectando el tráfico y manchando incluso fachadas de viviendas. Los dos restantes rodaron hasta caer en el lago, afluente del río Jundiaí, y vaciaron todo su contenido directamente al agua.

Patos azules y peces muertos
La escena que dejó el siniestro parece sacada de una película de ciencia ficción: gansos, patos y peces teñidos completamente de azul, con varios animales aún sueltos y aves carroñeras rondando la zona donde se acumulan los cadáveres de peces afectados por el cambio abrupto en el pH del agua.

“El colorante produjo una caída súbita del pH, lo que mató de forma instantánea a los peces”, explicó Jorge Bellix de Campos, presidente de la ONG Mata Ciliar, que lidera el rescate y tratamiento de la fauna contaminada. Los animales rescatados han sido sometidos a baños de desintoxicación con carbón activado, pero varios de ellos han perdido plumas y muestran signos de afectación.

Un tinte menos tóxico, pero contaminante
El tinte, que estaba destinado a teñir hueveras de celulosa, es a base de ácido acético, un compuesto común en el vinagre de cocina. Aunque menos dañino que otros químicos, sigue siendo un contaminante, aclararon las autoridades ambientales.

“No es el peor de los mundos”, señaló João Gimenez, coordinador de Defensa Civil en Jundiaí, quien espera que el lago recupere su equilibrio ecológico “en cuestión de días”, gracias a la biodegradabilidad del ácido acético.

Impacto ecológico aún incierto
A pesar del tono optimista de las autoridades, los especialistas advierten que el impacto completo sobre el ecosistema podría tardar en revelarse. Bellix de Campos recordó que el sistema digestivo de muchas aves es extremadamente sensible y que aún se desconoce si la ingestión de agua teñida podría causar secuelas internas.

Además de los animales visibles, “también hay una muerte invisible de microorganismos, sapos, ranas y alteraciones en la flora acuática”, subrayó.

La mancha azul ya alcanzó un municipio vecino, aunque sin afectar el suministro de agua potable, según reportó Domenico Tremaroli, gerente regional de la Compañía Ambiental del Estado de São Paulo.

Mientras los trabajos de limpieza y análisis continúan, se espera que el lago y sus habitantes tarden al menos una semana en recuperar su estado natural.