Guaymas

Víctima de violencia familiar obligada a pagarle a agresor

Golpes, amenaza y violencia psicológica sufrió una mujer de Guaymas y su denuncia no fue atendida.


Por el contrario, fue conminada a dejar su casa, enfrentó orden de restricción y ahora debe pagarle a su ex pareja sentimental por daño que no cometió.
El Instituto Sonorense de la Mujer tomó el caso de la víctima que se presentó por primera vez el 5 de agosto para denunciar violencia familiar.
Su ex pareja la había golpeado, tenía huellas de lesiones y para el 7 de agosto en la Unidad de Trámites Masivos de Casos le dijeron que habían recibido su denuncia pero no fue así.


En el mes de octubre, sufrió amenaza por parte de su ex esposo de nombre Orlando, quien es custodio del Cereso.
En esa ocasión le recibieron denuncia y la derivaron a la Unidad Investigadora donde fue atendida por el secretario de acuerdos de nombre Esteban Olivarría Sánchez.


El funcionario de la fiscalía omitió recibirle pruebas de golpes y de daño psicológico.
En contraparte, Orlando denunció hostigamiento y golpes y recibió la protección de la justicia.
Su denuncia fue atendida en tiempo y forma, sus lesiones que habrían sido cuando la víctima se defendió fueron certificadas y la orden de restricción contra su ex mujer fue expedida y entregada de inmediato.


En todo este proceso, a mi me decían que no lo encontraban para notificarlo cuando ya sabían que es empleado del Cereso, dijo la ofendida.
El caso se judicializó después de presiones de abogados de la mujer que señaló que nunca le recibieron sus pruebas.
La ofendida reveló que la han presionado para que firme un acuerdo que no es conveniente para ella porque le pretenden dar 25 mil pesos pero que ella le pague más de diez mil pesos por lesiones que no provocó.


Además, no le ha sido restituida su casa ni le han dado garantías de servicios médicos.
Por ello acudió al Instituto Sonorense de la Mujer donde la acompañarán a la próxima audiencia el viernes.
Lo que estoy pidiendo es que me acepten las pruebas, que me den el trato que merezco y que me hagan justicia, finalizó.