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Ordenan en Oklahoma a enseñar la Biblia en escuelas

La orden del superintendente estatal de educación en Oklahoma de incorporar la Biblia en las lecciones de quinto a doceavo grado ha generado una intensa controversia y reacciones negativas de varios grupos. Aquí hay varios puntos clave y opiniones al respecto:

Constitucionalidad y Separación Iglesia-Estado: Grupos de derechos civiles y partidarios de la separación entre Iglesia y Estado argumentan que esta orden podría ser inconstitucional. Adam Soltani del Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses menciona que imponer la enseñanza de la religión en escuelas públicas viola la cláusula constitucional que prohíbe al gobierno favorecer o imponer una religión sobre otra.

Autoridad y Legislación Local: Existe un debate sobre si el superintendente estatal tiene la autoridad para imponer este tipo de requisitos a nivel estatal. Según la ley estatal de Oklahoma, los distritos escolares individuales tienen la autoridad para decidir sobre la instrucción y el currículum. Esto plantea dudas sobre la legalidad de la orden emitida por Ryan Walters.

Reacciones de Grupos y Expertos: Rachel Laser de Estadounidenses Unidos por la Separación Iglesia-Estado critica la orden como un ejemplo de nacionalismo cristiano, argumentando que impone creencias religiosas específicas en un entorno educativo que debería ser neutral en términos religiosos. Esto refleja preocupaciones más amplias sobre intentos conservadores de integrar la religión en el ámbito educativo público.

Comparación con Otras Iniciativas Estatales: Se menciona el caso de Luisiana, donde se ha exigido la exhibición de los Diez Mandamientos en las aulas, y la presión en otros estados para enseñar la Biblia y restringir ciertos temas educativos. Estos ejemplos subrayan una tendencia más amplia hacia políticas educativas que reflejan valores religiosos conservadores.

En resumen, la orden de Oklahoma de incorporar la Biblia en las escuelas públicas ha desatado un intenso debate sobre la legalidad constitucional, la autoridad educativa local y los principios de separación entre Iglesia y Estado en el sistema educativo público.