Continúan los trabajos para agilizar trámites migratorios en la frontera norte de México
El gobierno mexicano, a través del Instituto Nacional de Migración (INM) y en coordinación con otras dependencias federales, continúa implementando medidas para agilizar y mejorar los trámites migratorios en los principales puntos de la frontera norte del país, especialmente en los estados de Chihuahua, Sonora, Coahuila, Baja California y Tamaulipas.
Durante este fin de semana y la mañana del lunes 30 de junio, autoridades fronterizas pusieron en marcha un nuevo esquema de atención integral para personas migrantes, con el fin de reducir los tiempos de espera, evitar el hacinamiento en estaciones migratorias y garantizar el respeto a los derechos humanos de quienes transitan por territorio nacional.
El plan contempla la habilitación de módulos móviles de atención, incremento en el personal administrativo y la digitalización de algunos procesos, lo que permitirá resolver trámites como solicitudes de asilo, permisos temporales o retornos voluntarios de forma más eficiente. También se ampliaron los servicios de asistencia legal, orientación humanitaria y canalización médica.
Además, se están reforzando los controles para evitar el ingreso irregular de personas a través de cruces no autorizados, sin descuidar la atención humanitaria. En colaboración con organizaciones civiles, se brindan servicios básicos a los migrantes que esperan su trámite, como alimentación, hospedaje temporal y acceso a información.
El INM informó que, durante los últimos días, se ha registrado un nuevo flujo de personas migrantes provenientes principalmente de Centroamérica, Venezuela, Haití y algunas regiones de África. A pesar del reto logístico que representa esta movilidad, las autoridades aseguran que el sistema está respondiendo de manera ordenada.
Funcionarios migratorios reconocieron que el fenómeno migratorio es complejo y de carácter regional, por lo que se mantiene el diálogo con autoridades de Estados Unidos y otros países centroamericanos para establecer rutas seguras, reducir riesgos y enfrentar a redes de tráfico de personas.
La estrategia busca no solo atender la situación inmediata en los cruces fronterizos, sino también implementar medidas de largo plazo que permitan mejorar la capacidad institucional de México para gestionar los flujos migratorios de forma digna, ordenada y segura.