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NASA confirma presencia de agua salada bajo la superficie de Europa, luna de Júpiter

La NASA ha confirmado un descubrimiento que podría redefinir la búsqueda de vida fuera de la Tierra: existe agua salada en estado líquido bajo la superficie helada de Europa, una de las lunas de Júpiter. El hallazgo, basado en nuevos datos enviados por la sonda Europa Clipper, fortalece la teoría de que este satélite natural alberga un océano subterráneo que podría reunir las condiciones necesarias para la vida.

Durante su reciente sobrevuelo, la nave recogió señales electromagnéticas y datos de espectrometría que indican la presencia de un océano global bajo la corteza helada de la luna. Lo más relevante es que los compuestos detectados en la superficie, como cloruros y sulfatos, sugieren que el agua bajo el hielo no solo es líquida, sino también salada, lo que podría hacerla químicamente similar a los océanos terrestres.

Europa ha sido durante años uno de los principales candidatos en el sistema solar para albergar vida. Su corteza de hielo de varios kilómetros de grosor esconde un mar interior mantenido en estado líquido por la energía de marea que genera la atracción gravitacional de Júpiter. A esta fuente de calor se le suma ahora la presencia de sales y compuestos orgánicos, lo que compone un escenario altamente favorable para la existencia de microorganismos.

El hallazgo ha despertado gran entusiasmo en la comunidad científica, ya que fortalece la hipótesis de que no es necesario un planeta como la Tierra para que se generen entornos habitables. Bajo las condiciones adecuadas, incluso una luna congelada puede ocultar un mundo activo y potencialmente vivo en sus profundidades.

Los científicos señalan que, si bien no se ha detectado vida directamente, el descubrimiento de agua salada líquida es un paso clave. El agua es uno de los elementos esenciales para la vida como la conocemos, y su combinación con calor interno y compuestos químicos complejos hace de Europa uno de los lugares más prometedores para futuras misiones astrobiológicas.

Se espera que la misión Europa Clipper, que continúa su exploración de la luna jupiteriana, envíe más información detallada en los próximos meses. Su objetivo final es mapear la superficie helada, analizar su composición y buscar indicios de actividad geológica o geotérmica que puedan apuntar a fuentes de energía interna.

Este descubrimiento acerca un poco más a la humanidad a responder una de las preguntas más profundas que ha formulado: ¿estamos solos en el universo? Europa, con su océano escondido y su potencial bioquímico, podría ser el lugar donde comencemos a encontrar respuestas.